Todos conocemos las plataformas offshore, esas terminales marítimas situadas en aguas profundas que permiten a los buques acceder a las reservas de combustible en zonas poco accesibles. Pero, ¿cómo han llegado esas gigantescas obras de ingeniería hasta el medio del océano? ¿y cómo se mantienen en pie ajenas al movimiento de sus aguas? Vamos a ver cómo se construye una plataforma offshore y qué tipos podemos encontrarnos.
Instalación de una plataforma offshore
A grandes rasgos, la fabricación comienza con el esqueleto de tubos de acero que se conoce como «jacket». Ese armazón se transporta con una barcaza hasta el punto deseado y allí se fija usando pilotes, unas estacas de extraordinaria largura que se clavan en el fondo marino. A continuación, toca construir la cubierta de la plataforma con toda la maquinaria, que se transporta del mismo modo y se ensambla con el jacket en destino.
Puesto así suena simple, si no fuera porque hablamos de estructuras gigantes, tanto en peso como en altura, con las que operar es todo un reto. El itinerario descrito pertenece a una plataforma de jacket o celosía, pero el proceso de fabricación, ensamblaje y flotación o hundimiento de una plataforma offshore varía según el tipo de la plataforma.
Tipos de plataforma offshore
Estructuras fijas
Las estructuras fijas se llaman así porque se dejan caer sobre el lecho marino, quedando fijadas en un punto concreto.
Para aguas poco profundas, las más comunes son las Estructuras de Gravedad (GBS), que se mantienen gracias a su propio peso, generalmente por la fuerza de sus pilares de hormigón reforzado con acero. Son estructuras idóneas para profundidades de sólo hasta 300 metros.
Algo más de profundidad, hasta 500 metros, admiten las plataformas de jackets o estructura en celosía. Se caracterizan por un armazón que recubre los pilotes que la fijan al fondo. En profundidades muy elevadas, los pilotes pueden ser más cortos y unirse al jacket en su parte baja. No se pueden colocar con grúa, así que hay que soltarlas y controlar su hundimiento hasta alinearlas correctamente con el fondo.
Hasta 900 metros admiten las estructuras flexibles de torre (Compliant Tower), que son capaces de soportar enormes fuerzas y flexiones laterales, minimizando el impacto del oleaje.
Estructuras o soportes flotantes
A diferencia de las estructuras fijas, éstas flotan sobre la superficie del agua y pueden ser de boyancia neutra, es decir, mantener el equilibrio gracias a su peso y el empuje del agua o de boyancia positiva, es decir, que los anclajes hacen fuerza hacia el fondo.
Entre los primeros, cabe destacar las estructuras SPAR, que permiten la movilidad en horizontal y las estructuras semisumergibles, que permiten además lastrarse hacia arriba o hacia abajo. En cuanto a la boyancia positiva, las más populares son las Tension Leg Platforms (TLP), que son soportes flotantes anclados verticalmente para profundidades hasta los 1500 metros.
Diferentes modalidades de plataformas para diferentes localizaciones y necesidades, que sin embargo siempre necesitan de un equipamiento de alto nivel técnico, como defensas, grúas y pasarelas telescópicas, que garanticen tanto el atraque de los barcos como la efectiva recogida del combustible.
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