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El sector del transporte marítimo se enfrenta a muchos cambios que abocarán a los puertos a tomar decisiones a corto plazo. Deloitte ha realizado un estudio en el que analiza algunas tendencias que marcarán la evolución de los puertos en el futuro más cercano.

Estrategia del espacio

La creciente complejidad de las operaciones portuarias afectará a los puertos urbanos, que suelen sufrir de escasez de terreno. Incrementar la eficiencia del espacio disponible por medio de la tecnología será una prioridad. Del mismo modo, muchos puertos urbanos deberán mostrar su valor para la comunidad estableciendo sinergias económicas y sociales con su ciudad.

Proteccionismo

El proteccionismo puede afectar negativamente al comercio, alterando por completo la cadena logística. Esto podría ser un golpe para los grandes puertos dominantes de occidente, mientras que los puertos más pequeños se verían beneficiados por el aumento de la deslocalización. Por otro lado, un incremento los de aranceles y papeleos de las mercancías requerirá de inversiones por parte de los puertos para minimizar dicho impacto en la cadena logística.

Tecnología

Los puertos se están preparando para un futuro digitalizado y ya están sacando provecho de tecnologías como el Internet de las cosas, la robótica, la inteligencia artificial o la realidad virtual, que coparán las futuras inversiones. Los smartports implican una nueva mentalidad de gestión con plataformas y modelos de decisiones respaldadas por datos que llevarán al ahorro de costos.

Con la automatización y conectividad llega sin embargo el reto de la ciberseguridad en los puertos, que deberán blindar digitalmente sus cadenas de suministro.

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Sostenibilidad

La carrera por construir barcos cada vez más grandes terminará y el mercado se enfocará a la sostenibilidad, alentada por los reglamentos medioambientales. Podemos esperar una reconversión de los puertos para librarse de los combustibles fósiles en favor del uso de hidrógeno o el hidrobiodiésel (HVO). Además, ante la previsible reducción de los mercados de materias primas energéticas, multitud de puertos ya se están reorientando para trabajar con energías renovables en un futuro más ecoeficiente y adaptado a las necesidades de su entorno.

Creciente oportunidad en los mercados especializados

Se espera una caída de la demanda del transporte de contenedores, que llevará al transporte marítimo a mirar hacia mercados especializados como los graneles secos, los pasajeros o el suministro en alta mar. El mercado de cruceros se prevé que aumente a nivel mundial una vez superada la crisis del Covid. De igual forma, se espera un gran aumento de las actividades relacionadas con el transporte del GNL.

Nuevas rutas comerciales

Diferentes factores desembocarán en nuevas rutas comerciales y oportunidades:

• El cambio del modelo de producción chino dejará la fabricación intensiva en manos de otros países asiáticos con mano de obra más barata.
• Como consecuencia del calentamiento global se habilitará la ruta comercial del Mar del Norte, reduciendo las distancias entre Europa y Asia. Además, el acceso a los recursos naturales del Ártico beneficiará a los puertos bálticos y rusos.
• Por último, la iniciativa BRI (Belt and Road Initiative), una red de infraestructuras para conectar a China con todo Asia, África y Europa, tendrá un impacto positivo en el crecimiento portuario de los países en desarrollo.