Las nuevas tecnologías se abren paso en el sector de la logística y transporte portuario. De hecho, la portuaria es una de las industrias más innovadoras y un referente en la implantación de tecnologías asociadas a la digitalización de procesos y sistemas de gestión para ganar en eficiencia y sostenibilidad. El objetivo: consolidar lo que se ha definido como Smart Ports o puertos inteligentes.
Precisamente una de las tecnologías disruptivas que se está desarrollando a gran velocidad en este sector es el denominado blockchain (o cadena de bloques en castellano). Se ha convertido en un término en boga en todo tipo de círculos tecnológicos, institucionales y empresariales, y aunque todavía está en una fase inicial de implantación y puede generar dudas, los expertos ya señalan las oportunidades y potencial transformador de esta tecnología.
¿Qué es exactamente el blockchain?
Se trata de un ledger o registro contable inalterable y descentralizado; es decir una base de datos que comparten todos los participantes de una red, que recoge toda la información e historial de transacciones realizadas en la misma y no puede ser alterada sin la aprobación de todos los miembros.
La clave de esta tecnología es la confianza: todos los miembros —o nodos— disponen de la misma información; por lo tanto, son datos verificados y fiables. Es un sistema que elimina la necesidad de terceros en un intercambio de bienes y servicios, lo que maximiza la eficacia, seguridad y trazabilidad.
Esta tecnología nació en 2009 con el sistema de pago bitcoin y ha tenido un gran auge en finanzas y en la financiación de startups.
Blockchain y la cadena logística
En la actualidad, blockchain tiene un gran potencial para transformar la cadena logística de los puertos, en particular, y la forma en la que se producen, comercializan e intercambian los productos, en general.
De hecho, ya se está implantado con éxito en puertos de todo el mundo. Así, en Rotterdam han instalado un laboratorio de campo centrado en la tecnología blockchain en el que participan varios bancos y universidades con el objetivo de explorar las oportunidades que ofrece esta tecnología en la compleja la logística de puertos.
Otro ejemplo es la startup T-Mining, que ha desarrollado un sistema seguro para la recogida de contenedores que ya está operativo en la Terminal PSA de Antwerp, en Amberes.
Por su parte, la empresa de transporte Maersk también ha dado el salto a la tecnología blockchain y, junto a IBM, ha desarrollado un sistema que rastrea el contenido de sus contenedores marítimos, para reducir los trámites burocráticos y mejorar su trazabilidad.
Una característica importante, ya que el coste de la documentación comercial requerida para procesar y administrar estos bienes supone una quinta parte de los costes del transporte físico. Si se logra reducir estas barreras el comercio mundial podría crecer hasta un 15%, según el Foro Económico Mundial.
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