Las maniobras portuarias son de los momentos más delicados para cualquier navegante. Hablamos de procesos rutinarios que no por ello están exentos de riesgos, especialmente en condiciones extremas de viento u oleaje.
Para minimizar accidentes al efectuar una maniobra en condiciones climáticas desfavorables cabe seguir unos consejos básicos:
- Planificar la maniobra haciendo una evaluación de riesgos de la operación.
- Establecer claramente el liderazgo de la operación y asegurar una buena comunicación entre la tripulación.
- Realizar un amarre lo más rápido posible reducirá los riesgos por exposición a meteorología hostil.
Amarrar un barco con viento extremo
El viento es uno de los factores climáticos de mayor impacto en la operación de atraque, dado que causa cambios inesperados de rumbo. Será necesario compensarlos, incorporándolos a los cálculos de capitán y piloto.
Siempre hay que evaluar cada situación atendiendo a variables como el tipo de barco o el espacio disponible, pero en general hay ciertas pautas para maniobrar en condiciones de viento cruzado como hacer el amarre a proa, puesto que el amarre a popa resulta más apto para mares en calma.
El viento cruzado es el más peligroso al entrar en puerto, dado que la presión lateral puede dejar la embarcación a la deriva. Ante esto, el barco debe estar preparado, el personal bien instruido y las defensas, cabos y amarras en condiciones óptimas para realizar una maniobra rápida y segura.
Un consejo para el atraque es poner la popa de la embarcación a barlovento y avanzar marcha atrás a la contra del viento. Esto favorece el control de la embarcación mientras nos acercamos al puesto de amarre.
Otras condiciones meteorológicas que dificultan el atraque
Existen otras variables ambientales que pueden hacer peligrar una maniobra en puerto:
- Oleaje: Afecta a la velocidad, derrota, estabilidad y flotación de un buque. Puede requerir de precauciones como estibar la carga, situar los pesos lo más abajo posible, cerrar las aberturas y evitar atravesarse a las olas para no sufrir bandazos.
- Mareas y corrientes: Afectan al movimiento del barco y pueden tensionar los cabos de amarre en exceso. Hay que prestar especial atención a las zonas de retroceso y al movimiento del buque.
- Niebla: La niebla reduce la visibilidad, por lo que es fundamental asegurar previamente una comunicación efectiva entre todos los involucrados en la maniobra.
Monitorización meteorológica para un atraque seguro
Minimizar el riesgo en maniobras con viento, marea o corrientes debe ser una prioridad, especialmente en un entorno de condiciones climáticas cada vez más erráticas y difíciles de prever.
Por fortuna, hoy disponemos de sistemas de ayuda al atraque como el BAS de Prosertek. Su módulo Dockmoor-ER proporciona información de variables medioambientales para facilitar maniobras más rápidas y seguras. El módulo ofrece en tiempo real lecturas como la velocidad y dirección del viento, la dirección y velocidad de las corrientes, la altura y periodo del oleaje, la marea, precipitaciones y condiciones de visibilidad, entre otras.
Puertos como Bilbao, Dunquerque, Cartagena o Algeciras entre muchos otros ya trabajan con el módulo Dockmoor-ER del BAS de Prosertek, que les permite asistir en las maniobras de atraque gracias a la monitorización de las condiciones medioambientales.
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