El modelo de usar y tirar está llegando a su fin. La conciencia de que el planeta es finito ha llevado a ver la economía circular como la única opción de futuro. Vamos a ver en qué consiste esta economía circular y cómo se aplica al sector portuario.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un nuevo modelo de producción que se basa en los procesos cíclicos de la naturaleza, en el aprovechamiento de los recursos y un reaprovechamiento de los desperdicios generados una vez que los productos entran en desuso.
En la práctica se trata de producir lo justo, utilizar fuentes de energía renovables y materiales biodegradables. En cuanto a los componentes que no puedan reintegrarse en la naturaleza (electrónica, metales, baterías…), deben ser reutilizados en nuevos productos o reciclados.
Economía circular portuaria
El 90% de lo que consumimos nos llega por mar. Teniendo esta cifra en cuenta es fácil suponer que, como ecosistemas donde confluyen todo tipo de flujos industriales, logísticos y residuales, el potencial para la economía circular en los puertos es inmenso.
El principal ejemplo es el Puerto de Rotterdam, que busca convertirse en un centro de operaciones de la economía circular y liderar la transición energética portuaria desde 4 enfoques:
- Fomento de la innovación atrayendo iniciativas circulares para la región.
- Clasificación y reciclado en todos los eslabones de las cadenas de valor.
- Simbiosis industrial con intercambio de productos y flujos residuales entre empresas portuarias.
- Captura del CO2 para su reutilización industrial.
Loop Ports, circularidad en los puertos europeos
Los puertos europeos están articulando su transición hacia la economía circular a través del proyecto Loop-Ports, que busca la creación de una red de economía circular portuaria. Dentro de la iniciativa se han analizado las prácticas de más de 450 puertos, propiciando tres pruebas piloto y 30 talleres de formación.
Algunas de las experiencias destacadas:
- Puerto de Ramsgate (Reino Unido) ha instalado nuevas boyas de navegación estabilizadas contra los rayos UV, lo que prolonga la vida útil de la boya al no perder color.
- Puerto de Amberes (Bélgica) ha desarrollado la circularidad en torno al sector de la automoción, donde reciben de vuelta piezas del mercado de segunda mano para su reciclaje o reacondicionamiento.
- Puerto de Haminakotka (Finlandia) ha implementado un sistema de inspección por sonar submarino con tecnología 3D que mejora el control de las instalaciones, optimiza la gestión de averías y aumenta la vida útil de los activos.
La experiencia de Valenciaport
En el taller de economía circular que tuvo lugar en puerto de Valencia se encontraron oportunidades tan prometedoras como el Depot 2.0, que se trata de dar nuevos usos a los contenedores marítimos para ser reutilizados como vivienda, mobiliario urbano o decoración.
Igualmente interesante es el concepto de aduana circular. para revalorizar los flujos de mercancías retenidas que suelen terminar en abandono o destrucción. Otras oportunidades detectadas fueron la compartición de maquinaria infrautilizada, la creación de un mapa del flujo de residuos, la apuesta por biocombustibles para la energía eléctrica y la movilidad y la logística inversa aplicada a las empresas del clúster, entre muchos otros.
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