Los puertos deportivos modernos son mucho más que un simple aparcamiento de barcos. Aunque su finalidad principal es dar abrigo a las embarcaciones, facilitar la accesibilidad mediante un sistema de balizas adecuado y proveer de elementos de amarre a las embarcaciones, sus funciones actuales van más allá.
La cantidad y calidad de servicios ha mejorado notablemente, lo que ha propiciado que muchos de los usuarios vivan a bordo de sus embarcaciones durante su estancia en el puerto. Por ello, los puntos de atraque ofrecen suministros de agua, electricidad, recogida de residuos y saneamiento. Estas funciones se llevan a cabo a través de torretas instaladas en los pantalanes.
Sistemas de amarre
Otros de los elementos imprescindibles en un puerto deportivo son aquellos que facilitan un correcto atraque y desembarco. Dichos dispositivos aportan fluidez en las operaciones de llegada y salida, y aumentan la seguridad, evitando accidentes o choques.
Los bolardos son el sistema de amarre más común y adecuado que se utiliza en los puertos y muelles, para que los barcos estén firmemente sujetos a tierra mediante un anclaje sólido y seguro. Ofrecemos una amplia gama de modelos en distintos tamaños, formas y capacidades de carga, que se adaptan a las características particulares de cada embarcación. Los materiales, la forma y la resistencia de los bolardos deben ser estudiados cuidadosamente antes de su instalación, para determinar cuáles son los que necesita cada puerto.
Defensas
Entre las medidas de seguridad se encuentran también las indispensables defensas, que deben proteger tanto a los barcos como a los muelles y que son las encargadas de absorber el exceso de energía cinética producida durante la maniobra.
Las defensas permiten que el atraque sea lo más seguro posible, evitando cualquier tipo de daño en las embarcaciones, en el puerto y en las personas que viajan a bordo, ya que amortiguan el choque que se produce al atracar.
Al igual que en el caso de los bolardos, la variedad en defensas es grandísima, puesto que éstas también deben adaptarse al tamaño, carga y forma de los barcos, así como a la disposición del muelle y al estado habitual de la mar en ese puerto deportivo.
Es importante que las defensas estén diseñadas especialmente para ese puerto y se adapten a las necesidades propias del tipo de embarcaciones que suelan atracar en él, puesto que no es lo mismo el amarre de una pequeña embarcación , que la de un gran yate o la de un crucero.
Por esta razón es necesario un asesoramiento profesional realizado por un proveedor especializado que elaborará un estudio previo de las defensas óptimas para cada puerto: tipo de defensas, tamaño, número, separación, materiales, accesorios…
Los expertos pueden elegir las más adecuadas para cada puerto en función de variables como la temperatura del agua, la corrosión, la radiación solar, el oleaje, el tipo de embarcaciones que atracarán, la forma del muelle…
Las más solicitadas en los puertos deportivos son las defensas de goma blanca para pantalanes, que no manchan el casco de las embarcaciones, por lo cual son ideales para proteger de los golpes y rozaduras a los barcos de recreo. Estas protecciones de caucho blanco se enfrentan perfectamente a las condiciones marinas, son resistentes al ozono e inmunes al envejecimiento prematuro.
Pasarelas y grúas
Otro de los elementos con los que debe de contar un buen equipamiento portuario son las pasarelas, que permiten el tránsito seguro y cómodo de los pasajeros, desde el barco hasta el muelle y viceversa. Estos elementos se diseñan, fabrican e instalan teniendo en cuenta diferentes parámetros, como la localización específica, las características del puerto y de los barcos que atracan en él, las derivas y las mareas.
Por último, según el tamaño y las necesidades del puerto deportivo es necesario contar con grúas que se adecuen a las tareas que se realicen en él: servicio de varada o puesta a flote de las embarcaciones, almacenaje en seco o taller de reparación naval.
Existen principalmente tres tipos de grúas: articuladas, de brazo o telescópicas; en diversos materiales, con anclajes y rangos de alcance adaptados a las necesidades del puerto, y con la posibilidad de incorporar accesorios como cabrestantes, limitadores de carga, sistemas de radiocontrol, etc.
Ante cualquier duda acerca del tipo de grúa más recomendable, lo mejor es contactar con profesionales que puedan evaluar y recomendar la instalación que mejor solucione cada problemática particular.
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