En un barco, además del pasaje, tripulación y/o mercancías, pueden viajar “pasajeros” no deseados: son especies invasoras que se quedan en nuestros puertos y que pueden producir un daño enorme a nuestro entorno.
En España, el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras, hace mención al ámbito marino. Y es precisamente a este espacio al que se refiere el Convenio Internacional para el control y la gestión del agua de lastre de los buques, más conocido como BWM (Ballast Water and Sediments), que entrará en vigor el 8 de septiembre de 2017.
El convenio, que fue adoptado en 2004 por la Organización Marítima Internacional (OMI), estipula que entrará en vigor un año después de ser avalado por al menos 30 países que representen al menos el 35% del tonelaje mundial de flota marítima. Y gracias a la adhesión de Finlandia este número se ha conseguido.
El BWM es una medida internacional clave para la protección de los puertos y ecosistemas marítimos que se están viendo alterados por la propagación de especies acuáticas foráneas. Estos ejemplares, fuera de su hábitat, pueden provocar estragos en la diversidad marina al invadir y en ocasiones extinguir, las diferentes especies autóctonas. Un ejemplo de invasor bien conocido (por padecido) en los puertos españoles es el mejillón cebra; por eso, el MAPAMA (Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente), ha elaborado una estrategia para el control de dicha especie.
De acuerdo con los términos de la nueva normativa antes mencionada, se exigirá que los buques gestionen su agua de lastre, que es por donde se transportan la mayoría de especies nocivas, para neutralizar los organismos y patógenos que puedan residir en ella.
Especies invasoras
¿Pero qué es una especie acuática invasora? Se considera invasor a cualquier organismo que exista en un lugar, dentro o cerca del agua, al que no pertenece.
Cuando una especie llega a un ecosistema marítimo que no es el suyo, pueden suceder tres cosas: el nuevo hábitat puede ser inhóspito para la especie, lo que le provocará la muerte; puede sobrevivir con un impacto mínimo para el medio ambiente; o puede habituarse al nuevo medio, tomar el control y dañar la diversidad marina del lugar.
Las especies invasoras se desarrollan cuando el nuevo hábitat carece de depredadores naturales que controlen la población, lo que provoca daños irreversibles en la fauna marina autóctona y puede introducir enfermedades, transmitidas por patógenos desconocidos para dicho ecosistema. Una vez que una nueva especie se introduce, los daños medioambientales pueden ser irreversibles, si no se intentan atajar, y esto se traduce en grandes desembolsos.
La mayoría de estas especies dañinas viajan en los lastres de los navíos (anualmente unos 45.000 cargueros podrían llegar a desplazar 10.000 millones de toneladas de agua como lastre). Estos lastres, que se encuentran en los tanques que hay en sus cascos, sirven a los barcos grandes para contrarrestar el peso de la carga.
Entre las especies más dañinas se encuentran la medusa americana (Mnemiopsis leidyi), el mejillón cebra (Dreissena polymorpha) y la estrella de mar del Pacífico septentrional (Asterias amurensis), aunque existen muchas más especies invasoras.
Convenio BWM
El Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques (BWM) que hemos mencionado anteriormente estipula que todos los buques han de implantar un plan de gestión del agua de lastre. Para ello, los navíos tienen que llevar a bordo un libro con el registro de agua de lastre y aplicar los procedimientos de gestión del agua de lastre registrados en la norma D-3 del Convenio BWM.
En este acuerdo se estima que los buques que cambien de agua de lastre lo harán con una eficacia del 95% y los que utilicen un sistema de gestión del agua de lastre tendrán que cumplir con una norma de eficacia, que se basa en el número determinado de organismos admisible para que no sea dañino para el medioambiente, por unidad de volumen. Esto es, será admitida una cantidad de organismos determinada por cada unidad de volumen de agua.
Otros programas: Globallast
Además del BWM, también se están desarrollando (o se van a desarrollar) más iniciativas para preservar los puertos y espacios marinos de especies exóticas. Es el caso del Globallats. El nombre completo de este proyecto es «Establecimiento de asociaciones para ayudar a los países en desarrollo a reducir la transferencia de organismos acuáticos perjudiciales en el agua de lastre de los buques», aunque es conocido simplemente como Asociaciones Globallast.
Asociaciones Globallast trabaja sobre todo en expandir la capacidad de los buques de gestión estatal y portuaria; promover reformas jurídicas, políticas e institucionales a nivel nacional; elaborar mecanismos para la sostenibilidad e impulsar la coordinación y la cooperación regionales; y promover esfuerzos mundiales para obtener soluciones tecnológicas y aumentar la gestión de conocimientos e intercambio de información mundial en materia de bioseguridad del medio marítimo.
Comments are closed.