Las defensas son el punto en el contactan el puerto y el barco cuando este último atraca. Por tanto, son uno de los principales elementos de seguridad con que contamos en el muelle y protegen tanto al puerto como al buque, además de a las personas que viajan en él, ya que amortigua el posible choque que se produce al atracar.
La defensa se encarga de absorber la energía del impacto del barco, y transmitirla a los elementos que la componen y a las estructuras de soporte.
Tipos de defensas
Algunos de los tipos de defensas más comunes son los siguientes:
- Tipo SC: es uno de los sistemas más eficientes, ya que absorbe una gran cantidad de energía de forma muy eficiente. Se recomienda especialmente en caso de ángulos de aproximación elevados, aunque son válidos para todo tipo de atraques.
- Tipo TCN: esta clase de defensas tienen una gran capacidad de deformación y son resistentes y duraderas. También son adecuadas para muchos tipos de atraques y de buques.
- Tipo HZ: este sistema de defensas se compone de elementos individuales, que pueden colocarse de manera simétrica o asimétrica, en sentido horizontal o vertical, lo que permite realizar innumerables configuraciones, y adaptarse adecuadamente a la ubicación y uso de la defensa.
Y más tipos: defensas trapezoidales (tipo V, VA, TTV y TTVA), defensas cilíndricas (tipo C), defensas de relleno de espuma (tipo FL-E), defensas neumáticas (tipo FL-N), defensas de esquina (tipo EC, ECN y ECR) y muchas otras, lo que nos proporciona un amplio abanico de posibilidades para cubrir nuestras necesidades concretas.
Cómo elegir la que necesitamos
Para elegir la defensa adecuada a las necesidades de un puerto concreto, debemos tener en cuenta muchos factores para concretar su tamaño, materiales, accesorios, etc.
En primer lugar, hay que tener en cuenta la ubicación de las defensas, ya que no deberían ser iguales para un puerto que para un lugar más abierto. También debemos considerar las temperaturas a las que se va a exponer, la posibilidad de soportar hielo –y durante cuánto tiempo–, los niveles de ozono y radiación solar, la posibilidad de que sufra movimientos sísmicos, la corrosión, etc.
Otro asunto importante son los barcos que atracarán y que utilizarán las defensas. Como bien sabemos, existen barcos de todos los tamaños y tipos imaginables; en cada puerto deben conocer qué tipo de buques arriban a sus muelles, para adaptar las defensas a todos ellos. Se tienen en cuenta aspectos como el tamaño, peso, calado, curvatura del barco, existencia de cinturones o bandas, resistencia a la presión, etc.
Además, se deben observar otros aspectos no ya de seguridad, pero sí de preferencias de los usuarios del puerto; por ejemplo, las defensas de caucho dejan marcas negras en los barcos de crucero, cosa que no agrada mucho a los operadores. Este tipo de detalles también deben tenerse en cuenta, ya que influirán en la rentabilidad del propio puerto.
En función del tipo de barco y de la forma del muelle, el atraque será diferente (atraque de lado, por popa, en duque de alba, aproximación a esclusa…). Debemos tener en cuenta la forma o formas de aproximación más comunes para el puerto en concreto, para escoger la defensa más adecuada y evitar imprevistos o una reducida vida útil de la defensa.
Hay muchos otros factores que influyen en la elección de las defensas para un muelle y, como hemos visto, no es una tarea sencilla. Por eso, es importante contar con un proveedor de confianza, que disponga de un equipo de ingenieros altamente cualificados para analizar todos los datos y asesorarnos adecuadamente. En Prosertek, podemos ayudarle a elegir las mejores defensas para su caso concreto, con la posibilidad de hacer las adaptaciones que sean necesarias. Contacte con nosotros y descubra qué podemos hacer por usted.
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