El gran desarrollo del transporte marítimo comercial en todo el mundo ha traído consigo que las infraestructuras portuarias hayan mejorado y aumentado su tamaño considerablemente, para poder atender a este creciente tráfico.
Pero este aumento del tráfico y la actividad febril que se produce en los puertos más importantes tienen como consecuencia que la mejora de las medidas de seguridad para proteger tanto a trabajadores como a las cargas y a los buques, además de preservar el medio ambiente, sean algo vital.
Por ello, se ha desarrollado una amplia normativa y numerosas recomendaciones para ordenar y controlar todo lo que tiene que ver con el tráfico marítimo portuario: tanto las operaciones que se producen en tierra, como las operaciones en el buque, pasando por marcar unas medidas de seguridad muy exigentes, y un protocolo de trabajo con mercancías peligrosas estricto.
Todo esto para proteger los intereses económicos de buques y puertos, y, sobre todo, para proteger a las personas.
Además del estricto cumplimiento de todas las normativas, la instalación de determinados elementos en el puerto pueden ayudarnos a aumentar más aún si cabe la seguridad portuaria. Veamos algunos de estos elementos.
Equipamiento portuario que contribuye a la seguridad de los puertos
Defensas
En lo que se refiere al tráfico marítimo, uno de los elementos más importantes en el puerto que contribuyen indudablemente a la seguridad tanto de las infraestructuras portuarias, como de los buques son las defensas.
Las defensas absorben la energía cinética de los barcos en el momento del atraque, permitiendo que este se haga en condiciones de seguridad y evitando daños tanto en el muelle como en la embarcación. Es importantísimo que las defensas que se instalen en cada puerto o muelle estén especialmente diseñadas tanto para las embarcaciones que suelen atracar en él (no es lo mismo una embarcación deportiva que un buque de carga o un gran crucero), como para la forma y características del puerto, que influyen enormemente en la manera de acceder y atracar en el puerto de los barcos.
Por ello, es necesario contar con un asesoramiento profesional para elegir las defensas óptimas en cada puerto, de entre la amplia variedad que existe en el mercado: tipo de defensas, número y separación. Además, debemos asegurarnos de que nuestro proveedor realiza pruebas de resistencia y desempeño de las defensas, y de que cumple con los estándares internacionales que afecten al puerto en cuestión.
Sistemas de ayuda al atraque
También contribuyen enormemente a la seguridad en el puerto los modernos sistemas de ayuda al atraque y al desatraque, probablemente las operaciones más complicadas que se realizan en el puerto y, por tanto, en las que hay más posibilidades de que ocurra un percance.
Estos sistemas cuentan con sensores de medición, aviso y alarma, que pueden transmitir toda la información necesaria para que se produzca un atraque seguro tanto a la sala de control como a grandes pantallas situadas en el propio puerto —además de a unidades portátiles, PDA e incluso smartphones—. Todo esto permite que el personal del buque pueda realizar la operación sin ayuda.
Además de a aumentar la seguridad, estos sistemas contribuyen a que el atraque, desatraque y estancia en el puerto se realicen con mayor seguridad, de tal manera que se optimizan las operaciones.
Ganchos de escape rápido
Este tipo de ganchos tienen un cabrestante integrado que incrementa la seguridad y facilita las operaciones de amarre, además de que permiten que el escape sea instantáneo. Así mismo, permiten una liberación de las estachas sin operar sobre ellas, actuando sobre el mecanismo de liberación, bien de forma manual o automática.
Estos ganchos, además, pueden disponer de sensores de carga para la medición del tiro de las amarras, conectados a sistemas de alertas y alarmas, para que cualquier anomalía sea detectada por el personal a bordo o en tierra inmediatamente.
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