La Unión Europea y el Reino Unido se preparan para un escenario post-Brexit que restará fluidez al intercambio comercial. Aún con las importantes incógnitas del cuándo y el cómo, sabemos que las congestiones derivadas de mayores controles de carga y trámites aduaneros requerirán una toma de medidas. ¿Qué consecuencias traerá el Brexit a la logística marítima y qué pueden hacer los puertos para estar a la altura?
Aumento de los plazos de entrega
Incluso en el caso de que se firme un tratado de libre comercio, la entrada en vigor de las fronteras traerá consigo nuevos controles en los puertos. Éstos afectarán fundamentalmente al tráfico de buques roll-on roll-off, que llevan camiones cargados. A partir de ahora, estos camiones tendrán que esperar a que los agentes de aduana comprueben su documentación e incluso inspeccionen su carga. El resultado, una ralentización de toda la cadena logística.
Los tiempos de control fronterizo también se verán afectados. Los controles de vehículos que llevan exportaciones a la UE tardan actualmente un promedio de 2 minutos en el puerto de Dover. Estos tiempos se doblarán, generando un retraso que al acumularse puede ser disruptivo sobre todo para empresas que trabajen con inventarios just-in-time. Igualmente, los tiempos de entrega al consumidor final tendrán que ser repensados para empresas importando a ambos lados de la frontera.
Incremento de costes
En cuanto al incremento de costes por impuestos, el impacto más obvio será el del IVA que tendrán que empezar a asumir las importaciones. Por otro lado, está el acceso de las empresas británicas al cabotaje de la UE, es decir, a los derechos al transporte marítimo dentro de la UE. Algo que también puede terminar tras el Brexit, afectando a las compañías navieras y aumentando los precios de los fletes.
Cómo paliar los efectos del Brexit en logística portuaria
En los puertos, uno de los preparativos inmediatos ante el Brexit es el aumento de las infraestructuras para acomodar nuevos espacios de control de aduanas; algo especialmente acuciante, además de en Reino Unido, en los principales puntos de entrada de las importaciones británicas:
- Francia: Invertirá 50 millones de euros en expandir su infraestructura portuaria fronteriza, carreteras, áreas de estacionamiento y control, edificios y equipos.
- Irlanda: Uno de los países más comprometidos por el Brexit requerirá de tres hectáreas adicionales en el Puerto de Dublín para los camiones que lleguen en barcos procedentes de Reino Unido.
Junto con estas ampliaciones, viene pareja la necesidad de mejorar y reforzar los equipamientos portuarios para conseguir operaciones en puerto más rápidas. Éstas son algunas de las soluciones que pueden minimizar el daño del Brexit en la logística marítima.
- Sistemas de defensa para proteger los buques de colisiones que podrían causar daños tanto en el buque como en el puerto, obligando a retrasar la estancia del barco en puerto.
- Sistemas de ayuda al atraque, como el BAS de Prosertek, que ofrece toda una serie de ayudas e informes para una navegación segura y que las maniobras en puerto se realicen de forma ágil y sin incidentes.
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