La electrificación en los puertos es uno de los grandes retos para la eficiencia medioambiental del transporte marítimo, con ya muchos proyectos en marcha en Europa. De hecho, el objetivo del Gobierno de España es que para el año 2030, todos los puertos del país se encuentren ya electrificados. Vamos a ver cómo funciona la electrificación portuaria, cuáles son sus virtudes y qué retos presenta.
En qué consiste la electrificación portuaria
Durante su estancia en puerto, un buque es como una miniciudad que requiere de energía para continuar funcionando. Para satisfacer esa demanda eléctrica, los barcos poseen unos motores auxiliares que se encargan de producir la energía. Este modelo sin embargo está cambiando hacia uno en el que los barcos tomen cada vez más su energía de la red eléctrica de los puertos. Es lo que se conoce como tecnología “OPS (Onshore Power Supply)”.
Este método no es nuevo, pero es ahora cuando está viviendo un auge en su implantación, al amparo de las nuevas normativas ambientales y el concepto de los Green Ports. De este modo, el buque puede apagar sus motores, lo que trae importantes ventajas; no solo se reducen las emisiones contaminantes que afectan a puertos y ciudades, sino que se consigue reducir los niveles de ruido. Además, el sistema puede llegar a ser más rentable en términos económicos.
Innovación con retos a futuro
No obstante, la electrificación de los muelles conlleva grandes inversiones y retos. Para empezar, hay que construir un centro de transformación eléctrica hasta el que lleguen las líneas de tensión. Esta y otras infraestructuras relacionadas hacen necesario un estudio de rentabilidad que permita conocer la demanda para tener una oferta eléctrica ajustada.
Otro obstáculo para el desarrollo de la electrificación es que hay aún muchos buques antiguos no equipados para ser alimentados de esta manera. Por último, puede haber cierta resistencia de algunas navieras a depender del suministro eléctrico o enfrentarse a problemas de potencia insuficiente.
En este sentido, los puertos europeos, a través de la ESPO, piden financiación para desplegar la electrificación y una exención fiscal para la electricidad suministrada a los barcos atracados en los puertos de la UE. Además, creen necesario establecer requisitos para que ciertos tipos de barcos hagan uso de la electrificación, garantizando así que los puertos no realicen grandes inversiones en vano.
Valenciaport, líder en electrificación
Entre los puertos españoles, el más aventajado es el de Valencia, que está cerca de conseguir electrificar los muelles para que los barcos que atraquen generen cero emisiones durante su estancia en puerto. Esto lo convertiría en el primer puerto europeo en alcanzar el objetivo de “cero emisiones” para 2030.
La Autoridad Portuaria de Valencia ya ha adjudicado las obras de la nueva subestación eléctrica para la que se invertirán en total más de 7,8 millones de euros. La obra comprende la instalación de dos transformadores de una potencia total de 60 Mega Voltamperios (MVA). Irá acompañada de proyectos de uso del hidrógeno, implantación de placas fotovoltaicas y aerogeneradores para la obtención de energía eléctrica.
Como resultado, el Puerto de Valencia logrará importantes reducciones de sus emisiones, así como de los costos operacionales de los buques que allí hagan escala.
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