Nada escapa en los últimos meses al impacto de la COVID-19 y el transporte marítimo no es excepción. La pandemia ha trastocado duramente el mercado generando todo tipo de movimientos imprevistos y dejando unas pérdidas que se cuentan por millones de dólares.
Las cifras de un sector marítimo en pandemia
Según se ha dado cuenta en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), 2020 registró un descenso del comercio marítimo mundial de casi el 10%. Según la asociación de comercio marítimo International Chamber of Shipping (ICS), las pérdidas por culpa de la pandemia para la industria naviera han sido de 350 millones a la semana.
Eso no es todo y es que pese a esta caída del comercio marítimo, los precios del transporte de contenedores se han cuadruplicado en promedio en los últimos meses, desde los 1.500 dólares a casi 5.000, fenómeno que lastra la recuperación. Existe un desequilibrio del mercado en que la demanda de transporte supera por mucho a la oferta
Estas malas cifras se explican en primer lugar por la interrupción de operaciones que siguieron a la pandemia, incluyendo cierres de puertos, problemas para reemplazar tripulaciones y nuevos protocolos de transporte para minimizar el contagio. Más complejo fue lo que sucedió en la segunda mitad del año, cuando la súbita vuelta de China a la producción propició un cuello de botella debido a la escasez de contenedores.
Causas de las disrupciones en el transporte marítimo
El problema de los contenedores surgió en parte porque su producción paró durante el confinamiento, pero sobre todo por el aumento inesperado de la demanda para la reposición de existencias en Estados Unidos y Europa. Esto terminó por acentuar el desequilibrio comercial con China que hace que sea rentable traer contenedores a occidente, pero no tanto devolverlos. Así, cientos de contenedores quedaron esperando en puertos de EE.UU. y Europa.
También hay que tener en cuenta que las restricciones a la movilidad han disparado la compra online. Una repentina demanda global de bienes que también ha ayudado a la subida de precios, ya que la disponibilidad de contenedores no ha aumentado.
Otra pata del problema es la reducida productividad de puertos que se han enfrentado a problemas sanitarios que se traducen en mayores esperas. Y al tardar más en descargar, hay menos barcos en movimiento para atender a la demanda de transporte.
Por último, la Asociación Europea de los Cargadores European Shippers’ Council está denunciando políticas especuladoras y monopolísticas, derivadas de alianzas de las navieras que superan el 30% del mercado que marca el reglamento del comercio marítimo. Este fenómeno estaría contribuyendo también al aumento arbitrario y poco transparente de los fletes.
Perspectivas para 2021
Con el indudable panorama de la reducción del tráfico marítimo a nivel global que arrastramos, toca afrontar 2021 con cierta ilusión. Por fortuna, con el proceso de vacunación en marcha en todo el mundo las perspectivas de recuperación son buenas y aunque puede llevar unos meses regresar a los volúmenes prepandemia, el sector se verá paulatinamente beneficiado de una actividad económica más sólida y una mayor disponibilidad de contenedores.
Comments are closed.