Estados Unidos está viviendo una nueva edad de oro en su extracción petrolífera. Esto es gracias al descubrimiento de grandes cantidades de petróleo en el subsuelo de la zona oeste de Texas. El hallazgo, sumado a las nuevas técnicas de explotación como el fracking, están transformando la geografía y la economía de la región, poniendo al país como gran potencia en un segmento en el que el liderazgo parecía perdido.
Qué es el fracking
Del fracking hemos oído mucho hablar en los últimos años y es un término que supone oportunidades comerciales para unos y polémicas medioambientales para otros.
El término fracking es una forma corta para designar la fractura hidráulica, una técnica que facilita la extracción de gas y de petróleo del subsuelo. Para conseguirlo, se inyecta a alta presión una sustancia que propicie que las grietas existentes en las rocas revienten y liberen el combustible. Para ello se usa normalmente agua con arena, aunque también se puede recurrir a espumas o gases. Esta técnica se usa para la extracción en zonas que serían prácticamente inaccesibles de otro modo.
La Cuenca Pérmica, el imperio del fracking en Estados Unidos
En los últimos años, Estados Unidos ha recuperado a pasos agigantados terreno en el sector energético y lo está haciendo gracias al fracking. En su caso el objetivo no sólo es el gas natural, sino el llamado “shale oil” o petróleo de esquisto. Varias regiones del país se han visto en pocos años inundadas por estas explotaciones, especialmente en el oeste de Texas, donde se halla la llamada Cuenca Pérmica.
La Cuenca Pérmica es una región con varios yacimientos muy cercanos entre sí, de los que se puede extraer petróleo ligero. Las seis formaciones principales son Wolfcamp, Spraberry, Bone Spring, Glorieta and Yeso y Delaware. En todas ellas se usa el fracking para obtener el “shale oil” oculto entre formaciones rocosas.
Gracias a esta nueva actividad extractora, Estados Unidos está a un paso de alcanzar a Arabia Saudí en extracción de crudo. Desde luego las cifras apuntan en ese sentido y la tecnología cada vez permite recuperar mayor parte de las reservas de este mega-yacimiento. Los estudios hablan de 104.000 millones de barriles recuperables en el subsuelo de la región, casi un 30% más que en el saudí.
Y es que la rápida explotación del enorme yacimiento ha cogido por sorpresa a los países de la OPEP, que no contaban con este as en la manga de los Estados Unidos. El año pasado, la producción de la cuenca se incrementó en un millón de barriles diarios y podría sobrepasar al hasta ahora mayor yacimiento del mundo, Ghawar (Arabia Saudí), en sólo 3 años.
Actualmente produciendo cuatro millones de barriles por día, sólo la Cuenca Pérmica de Texas ya genera más petróleo que cualquiera de los países de la OPEP salvo Arabia Saudí e Iraq.
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