Estamos muy acostumbrados a ver molinos eólicos adornando paisajes de interior. Pero en los últimos años el sector de los parques eólicos en alta mar u offshore se está desarrollando como medida de enorme potencial para alcanzar los objetivos climáticos.
Un parque eólico offshore no es más que un conjunto de aerogeneradores, pero situado en el mar. En este caso, la energía cinética se transporta a través de unos cables enterrados en el fondo del mar hacia unos transformadores que la convierten en tensión de alto voltaje lista para el consumo.
Los parques eólicos offshore aportan, no obstante, importantes ventajas:
- Mejor aprovechamiento. Al no encontrar obstáculos, el viento se desplaza a una velocidad superior y más constante.
- Menos trabas de instalación ya que se pueden colocar en superficies más amplias y usar turbinas de mayor tamaño y potencia.
- Menor impacto acústico y visual. Al estar tan alejados del ojo humano, se elimina el efecto negativo que los molinos generan en el paisaje.
Por contra, los parques eólicos offshore se ubican en zonas de aguas profundas, complicándose la instalación, traslado de piezas, etc. El procedimiento es muy similar al de una plataforma offshore de extracción: se fabrican los componentes en tierra y se transportan por mar hasta la localización elegida.
Es en Europa donde los parques eólicos offshore están teniendo un mayor impulso, en paralelo con los exigentes objetivos climáticos que la UE se ha marcado. Se cuentan ya más de un centenar de parques eólicos y con una capacidad instalada de 18.499 MW.
Dinamarca y la eólica offshore en el Mar Báltico
Dinamarca es potencia en la eólica offshore desde que en 1991 inaugurase el primer parque eólico marino del mundo. El país no ha dejado de apostar por esta energía como pilar fundamental del plan de llegar a ser una nación neutra en emisiones de CO2 para 2050.
Hoy, la extensión eólica marina más grande del país y de toda Escandinavia es Kriegers Flak, recién inaugurada en septiembre. Capaz de producir 604 MW, el proyecto ha tenido un coste de 1.400 millones de dólares.
Otra gran apuesta en este caso alemana, ha seleccionado al puerto danés de Rønne para el premontaje e instalación de 50 aerogeneradores que tendrán como destino el parque eólico marino Baltic Eagle en 2024. Junto al de Wikinger, Baltic Eagle conformará el mayor complejo eólico del Mar Báltico, con más de 826 MW de capacidad instalada conjunta y una inversión total de unos 2.500 millones de euros.
Una industria que arranca en Estados Unidos
Aunque más rezagada respecto a Europa, el pasado agosto se firmó un contrato para la primera subestación eólica marina construida en EE.UU. La subestación de 1500 toneladas se fabricará en Ingleside (Texas) y se presenta como un hito para la emergente industria eólica marina con denominación estadounidense.
Una vez finalizada, la estructura será transportada a través del Golfo de México hasta llegar a South Fork Wind, donde se instalará en el verano de 2023. Será una pieza importante del primer parque eólico marino de Nueva York. Se espera que el proyecto produzca electricidad a finales de 2023.
Comments are closed.