Según un nuevo estudio realizado por Transport & Environment (T&E), Róterdam es el primer puerto europeo en tráfico, y está asociado a casi 14 millones de toneladas de CO2 al año. Esto lo convierte en el mayor contaminador industrial de Europa. Amberes, con 7,4 millones de toneladas de CO2 (un potente gas de efecto invernadero) al año, y Hamburgo, con 4,7 millones de toneladas de CO2 al año, ocupan el segundo y tercer lugar, mientras que tres de los 10 puertos con más contaminantes están en España: Algeciras (4º del ranking), Barcelona (5º) y Valencia (7º). Los puertos españoles son responsables de la emisión de casi 14 millones de toneladas de dióxido de carbono. Además, en otro informe relacionado con las emisiones de los puertos, nombra a Barcelona, Palma y Venecia como las ciudades más contaminadas debido a ser destinos populares por el que pasan un importante número de cruceros en Europa cada año. Los datos hablan por sí solos: Barcelona, con 32,8 toneladas de óxido de azufre; Palma en segundo lugar, con 28 toneladas de estas emisiones; y en tercer lugar Venecia, con 27,5 toneladas.
Dicho estudio analizó las emisiones de carbono de los barcos que salen y entran de los puertos, así como las emisiones de las actividades portuarias como la carga, descarga y reabastecimiento de combustible. Pidió a los puertos españoles que ayuden a reducir el impacto climático del transporte marítimo haciendo cosas como apoyar los esfuerzos de toda la UE para reducir las emisiones de los puertos.
Los precios de los envíos de contenedores han aumentado considerablemente a medida que el comercio se ha recuperado después de COVID, pero los datos disponibles muestran que los puertos ya manejaban muchas mercancías antes de la pandemia y el volumen casi se duplicó entre 2012 y 2019 en el puerto de Barcelona. Las ganancias del transporte de contenedores alcanzaron un récord en 2021, con las líneas navieras registrando ganancias que rivalizan con Apple y Facebook, y los puertos tuvieron un año muy favorable.
En las declaraciones que realizó el responsable del transporte marítimo sostenible en T&E, Jacob Armstrong, dice que en la actualidad la industria naviera actualmente genera una cantidad de ingresos significativos; y que los puertos están en el centro de todo y su impacto climático es significativo. Sin embargo, considera que no se están apoyando las diversas propuestas para limpiar el transporte marítimo: como la electrificación total de puertos y regulaciones de combustibles ecológicos. Además, señala especialmente que muchos los puertos europeos son los que están obstaculizando los esfuerzos para ecologizar la industria y que sean más respetuosos con el medioambiente.
Estos puertos se han unido al World Shipping Council, el grupo de presión mundial de las empresas de transporte de contenedores, para reducir el alcance geográfico de la propuesta de la Comisión Europea de incluir el transporte marítimo en el Esquema de Comercio de Emisiones (ETS). La petición tiene como objetivo eximir hasta 100 millones de toneladas de emisiones de CO2 del sistema ETS y alrededor de 70 millones de toneladas de las operaciones de transporte marítimo en contenedores.
Los puertos defienden su postura de disminuir la ambición que hay en la propuesta de CE sobre el ETS para el transporte marítimo avisando de la posibilidad de riesgo de una “fuga de carbono”. Eso significaría que los barcos pueden descargar en puertos de países cercanos a países de la Unión Europea, para evitar así tener que pagar el gasto total en el que incurre el sistema de comercio de carbono por las emisiones de CO2 que provocan debido a las importaciones realizadas a la Unión Europea. Las investigaciones que anteriormente han sido realizadas por T&E y por la Comisión Europea han negado en reiteradas ocasiones esas afirmaciones, ya que consideran que el riesgo es mínimo.
Los datos que se han extraído sobre las emisiones de los buques en puerto son concluyentes: confirman que España es el segundo país de Europa con peores datos de emisiones resultante de actividades portuarias como carga/descarga y repostaje.
RANKING POR PAÍSES DE EMISIONES DE CO2 PROVENIENTES DE LAS ACTIVIDADES PORTUARIAS
Emisiones de CO2 (Kt)
T&E demanda una medida muy importante para la reducción de CO2: la electrificación de muelles. Esta es una medida para permitir que las embarcaciones atracadas se conecten a la red eléctrica del puerto y utilicen electricidad para sus operaciones, en lugar de combustibles fósiles para motores auxiliares). Todo ello reduce significativamente la contaminación portuaria. Los barcos no solo emiten grandes cantidades de CO2, sino que también emite contaminantes nocivos como óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de azufre (SOx). Al igual que con las medidas de reducción de CO2, el lobby portuario también se opone a estas medidas de electrificación de los muelles, que considera demasiado draconianas.
Según las declaraciones del portavoz de T&E en territorio español, Carlos Bravo, los puertos podrían ayudar a que la vida en nuestro planeta sea más sostenible si al menos se apoyase el desarrollo de la infraestructura de electrificación en los muelles, lo que permitiría a los barcos apagar sus motores de combustión interna y volver a conectarse a la red cuando estén anclados, suponiendo además un ahorro significativo. Por otro lado, esta medida mejoraría en gran medida la vida de las personas cuyos hogares estuvieran en las cercanías de los puertos, que actualmente se encuentran entre los lugares más contaminados del mundo.
Durante 2021 y 2022 se abrió el debate acerca de la legislación comunitaria sobre infraestructura verde (AFIR) en el Parlamento Europeo; y a mitad de 2022 ya se podía contar con un texto definitivo. En la actualidad, T&E continúa su labor de hacer un llamamiento a los puertos para que apoyen la propuesta de infraestructura de electrificación.
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