La aseguradora Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) edita cada año su informe Allianz Safety & Shipping Review. En su edición de 2018 destaca una reducción de los siniestros marítimos y los avances en materia de seguridad, pero también alerta de emergentes retos cibernéticos y climáticos y de la constante del error humano que tanto cuesta minimizar.
En este informe, que analiza datos pertenecientes a 2017, se arrojan algunas cifras reseñables. Los buques siniestrados en todo el mundo fueron 94, frente a los 98 de la pasada temporada, lo que supone un descenso de más del 33% en la última década. El resultado más frecuente de los casos de siniestro totales sigue siendo el hundimiento (61 casos), seguido de varamientos (13) y de fallos o daños de maquinaria (8).
1 de cada 4 de estos accidentes tuvo como protagonista la climatología adversa, especialmente tifones y huracanes. Por ello, los siniestros se han dado mayoritariamente en zonas de consabido alto riesgo como el Sudeste Asiático, las aguas del Sur de China y del Ártico. Sin embargo merece la pena resaltar que los errores humanos siguen siendo la principal causa de accidente marítimo.
Nuevas amenazas
Si bien las cifras del informe son relativamente positivas, en él se alerta de nuevas amenazas para el sector. Por ejemplo, las derivadas del uso de nuevas tecnologías a bordo de los buques, que también afectan al tipo de siniestralidad que el sector afronta. Se destacan otras nuevas realidades del sector, como el tamaño cada vez superior de los buques portacontenedores que pone a prueba los protocolos anti-incendio y una climatología cada vez menos predecible.
Analizando los datos, la aseguradora afirma que la mayor automatización a bordo implica que a los siniestros tradicionales como colisiones o encalladuras, se sumarán incidentes de tipo tecnológico o cibernético. A este último respecto, sale a relucir el caso NotPetya, un ciberataque que provocó atascos en cerca de 80 puertos, poniendo al sector en jaque.
Automatización para puertos inteligentes
Pero la tecnología es más oportunidad que riesgo. En este sentido, el informe destaca los sensores, cada vez más presentes dentro de las embarcaciones. Son instrumentos capaces de medir y monitorizar una amplia variedad de parámetros como el tiempo, las condiciones del agua, la temperatura, la humedad de la carga y por supuesto el buen estado de la maquinaria, para hacer la navegación más eficaz y segura.
En las terminales portuarias, son ya una realidad los sistemas de ayuda al atraque y es de esperar que su papel siga creciendo permitiendo una mayor automatización a la vez que se minimiza el riesgo de errores humanos. Hablamos de Sistemas BAS como DockMoor, desarrollado por Prosertek, que permite monitorizar los terminales marítimos y facilitar las operaciones de acercamiento y atraque ofreciendo métricas de extrema precisión.
Con estos instrumentos tecnológicos y otros signos de nuestro tiempo, como el uso de drones o la tecnología blockchain, pero sin perder de vista el factor humano, el sector cuenta con las armas que le permitirán seguir reduciendo la siniestralidad de cara al futuro.
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