Son defensas de las denominadas cilíndricas cuya geometría es la más clásica de todas.
Este tipo de sistema de defensa se caracteriza por admitir deformaciones de hasta el 50% y por su baja reacción al comienzo de la deformación.
El montaje de estas defensas es más básico y sencillo que en otras tipologías, ya que habitualmente su fijación a muelle se realiza únicamente mediante 2 anclajes de cadena (cuando por ejemplo los sistemas de defensas con escudo metálico requieren de varios anclajes de defensa y habitualmente también de cadenas). Así mismo, el mantenimiento necesario será también menos dificultoso y más económico, no solo por simplificarse las operaciones de desmontaje y montaje sino por disponer de menos componentes metálicos que puedan ser objeto de averías ó corrosión.
Son defensas de gran solidez en sus prestaciones. La amplia gama de dimensiones en las que se pueden fabricar (tanto en diámetros como en longitud), hace que el ámbito de aplicación de las mismas sea muy amplio y apto para diferentes rangos de tamaños de buques.